La cuestión planteada sigue sin resolverse dijo Horacio, Quintus Horatius Flaccus, en su Ars Poetica en el año 78 y 1928 años después, ese pensamiento, le viene a Cuba como anillo al dedo.
Fidel Castro se presentará en breve ante un tribunal en el que ni el juez, ni el fiscal, ni el jurado son hijos de su adoctrinamiento político y por eso el temor corroe lo poco que le queda de alma, fuera del palacio presidencial, sus esbirros, nadan con el agua al cuello intentando que no se les moje la ropa, su fracaso, como siempre, está en manos del pueblo cubano.
Poco importa que nos lo enseñen otro poquito, bien en persona, foto o video, el gigantesco desfile del día 2 se ha convertido en un funeral anticipado que no tiene otro fin más que mostrarle al pueblo lo que le espera si se atreve a levantarse a disentir, los prebostes que asistirán a la parada saben que torres más altas han caído y que hay algunas armas contra las que no saben, ni pueden combatir; la voz del pueblo es una de ellas y por eso no pueden dejar de atenazar su garganta porque saben que si flaquean en el apretón el castillo de naipes se derrumbará como la mayoría de inmuebles habaneros que no conocen el idioma oficial de la revolución, si no hay dinero no hay arreglo.
Primus inter pares.
La campana ya suena a difunto y la obligación moral de los grupos de disidencia llama a su puerta. Ellos son los responsable de encauzar el río de hastío, hambre, pobreza y desesperanza del pueblo, pues solo él les otorgará la legitimidad necesaria para poder gobernar en un futuro una nación libre y democrática.
Es urgente que apliquen una política de Mínimo Común Múltiplo, deben comunicarse o reunirse todos para tomar dos decisiones.
La primera es elaborar una proclama que sea aceptada por todos los grupos de la disidencia y debe ser lo mínimo mas común para multiplicar el convencimiento del pueblo, algo tan sencillo que el que lo rechace se retrate como lo que se sospechaba, un colaboracionista castrista, no pretendan elaborar una constitución, ya llegará el momento, deben conseguir que entre todos los documentos ya realizados por cada grupo salga una proclama simple y sencilla que no pueda ser rechazada más que por los traidores al pueblo cubano.
La segunda es más complicada pero igual de necesaria, deben elegir un Primus inter pares, el primero entre los iguales, una cara y una voz que defienda ante la tiranía y ante el mundo la proclama elaborada, ex communi consensus, de común acuerdo, deben ser conscientes de que todos los procesos de transición en tiempos modernos han tenido una cara, ustedes deben de elegir la suya, siendo conscientes de que el elegido o elegida expondrá su vida en la batalla y puede perderla, mi consejo es que elijan a una mujer valiente, pues tendrán a todas las mujeres del mundo apoyándola y es un hecho contrastado que el machismo de la gerontocracia castrista se acobarda ante la verdad en los labios de una mujer, pero mi voz no vale ni mas ni menos que la de una de ustedes y la decisión es enteramente suya.
No deben incurrir en el error de excluir a nadie de esa reunión o intercambio de pareceres, yo he visto con mis propios ojos los operativos de vigilancia a los que están sometidos, se que sus correos son leídos, sus llamadas telefónicas escuchadas e interrumpidas y que en sus platos comen los judas revolucionarios. Por eso no debe importarles que el tirano conozca sus planes, es inevitable, planeen una reunión y si no les dejan realizarla, los periodistas independientes lo denunciarán, pero si no la pueden realizar por la represión a la que se les somete a diario, deben intercambiar proclamas entre ustedes hasta conseguir un documento, LA PROCLAMA, debe significar desitum est disputari, poner fin a la discusión, debe llevar la firma de todos y que el Primus inter pares la defienda hasta la muerte, si ganan esa batalla, la guerra no tardará en terminar con una victoria incontestable de la Libertad para el Pueblo Cubano.
No entren en la fútil pelea de los dineros de Miami y de los derechos de los cubano-estadounidenses a viajar o enviar, su pelea fundamental es defender los inexistentes derechos de los cubanos de la Isla, los exiliados tienen armas suficientes en los países democráticos en que viven para reclamar sus derechos y lo hacen a su manera, no se olvidan, pero no estarán presentes más que en espíritu, ustedes deben firmar, ellos no podrán asistir más que cuando ganen la guerra.
Dextra fricat laevem, vultusque fricatur ab illis.
La mano derecha lava la izquierda y ambas lavan el rostro. Esto es lo que piensa la Secretaria de Estado para Iberoamérica española, Trinidad Jiménez.
Piensa venir en febrero, acaso antes haya tenido que asistir a un funeral, le pone una vela a Dios y otra al Diablo, pretende reunirse con algunos políticos castristas y con algunos miembros de la disidencia, solo para parecer que hace algo, ni el ministro desatinos ni zapalicia de las mil civilizaciones le permitirán tomar las riendas de las decisiones.
Si de verdad quisiera prestarle un impagable servicio al pueblo cubano citaría a todos los disidentes a la misma hora en su bonita embajada y mediaría para conseguir la elaboración de LA PROCLAMA y la elección de un primus inter pares, pero eso no lo hará porque a pesar de que tuviera la voluntad suficiente no se lo van a permitir, ni los cubanos, que detendrían a los disidentes antes de verlos juntos, ni su jefe le consentirá ponerse del lado del oprimido pueblo cubano, los progres españoles le recuerdan que pronto hay elecciones y que la falsa premisa de defender los intereses españoles en la isla debe primar sobre la libertad de los cubanos.
La disidencia tendrá que echar mano de los pueblos que aún tienen en su mente, frescos, los recuerdos de la tiranía y la opresión, en los hermanos polacos, checos y eslovacos, encontraremos sin dudar una puerta que se abrirá cuando se llame a ella. No podemos excluir a los países cuyos pueblos sienten la defensa de la libertad en sus corazones como los suecos e italianos y la ayuda de todos los ciudadanos del mundo que aunque sus países no puedan ser incluidos entre los cómplices de la futura liberación del pueblo cubano, ayudan en lo que pueden, incluyendo los incontables españoles de buen corazón.
In dubio pro libertate.
En la duda por la libertad, acaso esa sea la frase que deba guiar LA PROCLAMA, libertad para todos, si comenzara a citar todas las libertades que faltan en la isla no tendría palabras suficientes para enumerarlas, solo piensen en lo que querrían hacer y seguro que en Cuba les resultaría casi imposible, se que no se olvidan de los compañeros que padecen en prisión la mas dura de las represiones, es fundamental citarlos.
Ese principio podría tener el consenso internacional necesario para que el Primus inter pares lo defendiera en todos los foros internacionales y recibiera el apoyo necesario para que el heredero de Castro viera que ya tiene enfrente una alternativa a su fallida revolución.
Llegará el momento de pedir a todo el pueblo cubano que apoye LA PROCLAMA pero debe hacerse de tal manera que su apoyo no signifique la exclusión del sistema en vigor y que les ayuda en la dura tarea diaria de resolver su modus vivendi. En el acierto de encontrar el método para que el apoyo pueda ser suscrito de tal manera que elimine la posibilidad de represión del régimen está la clave del éxito y que devendrá, en un futuro inmediato, en el convencimiento de que es posible el cambio y los apoyos se convertirán en explícitos por parte de la mayoría del pueblo.
Acaso sea tan sencillo como identificar al Primus inter pares y a LA PROCLAMA con un color que por su uso signifique el apoyo al documento, pero que sea imposible de criminalizar, todavía no se encarcela en Cuba por vestir de un color, aunque es posible que esto lo cambien para evitar esta idea. Ni que decir tiene que será incondicionalmente apoyado por los exiliados cubanos que quieren una Cuba Libre.
Feci quot potui, faciant meliora potentes.
Hice cuanto pude, que hagan mejores cosas los que puedan.
Mi humilde opinión, que hoy expongo, no pretende ser ex catedra, sino una reflexión para que los esfuerzos de los cubanos que quieren un país unido en la democracia y la libertad se encaucen en un torrente que consiga los objetivos perseguidos, todos ganaremos si actuamos unidos y conseguimos romper la estrategia castrista de divide et impera, divide y vencerás, que lleva usando diez lustros.
Mientras tanto me permito invitara todos los cubanos del mundo a que, en respuesta al gigantesco desfile que mostrará donde invierte la tiranía castrista las divisas del turismo y el petróleo venezolano en vez de en el bienestar de su pueblo, reflexionen sobre este escrito y la situación cubana y el día 4 de diciembre caigan enfermos y no asistan a sus puestos de trabajo, de alguna manera hay que empezar.
Oswaldo Yañez.
Ciudad de La Habana.
A treinta de noviembre del año de la inminente Libertad para los Cubanos.