
La Habana, 12 de abril de 2012.
SOBRE LA VISITA A CUBA DE BENEDICTO XVI (Declaración 16)
La Secretaría Ejecutiva de la coalición pro parlamentaria Agenda para la Transición Cubana, en uso de las facultades otorgadas por la Junta Nacional de Representantes, previa consulta con los jefes que conforman la Cámara de Trabajo, declaramos:
Aplaudir las palabras de Su Santidad ante la prensa internacional al iniciar este viaje, cuando señaló que el marxismo era obsoleto y que iría a visitar dos países, uno violento y otro represivo.
Repudiamos la actitud intolerante del estado cubano quien se aprestó para acallar la más mínima expresión libertaria dejando claro al mundo la continuidad de su posición de extrema izquierda estalinista. Con este empeño se estableció un nuevo record de detenciones para este primer trimestre donde se reportaron 1575, de ellas la mitad 770 arrestos tuvieron lugar en marzo y 342 se ejecutaron entre los días 23 y 28, en el marco de la llegada y estancia del Papa. Una maniobra de detención masiva a la que se sumó la suspensión de la comunicación en los medios telefónicos de la generalidad de la disidencia.
La Iglesia Católica Cubana se presentó en dos vertientes, una encabezada por Monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, Arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, digno sucesor del monseñor Pedro Maurice Estiú, ambos iluminados por nuestra Virgen Mambisa y por tanto representantes del pueblo; ejemplo más apegado a los cánones de la doctrina social de la iglesia que invitamos a seguir al Cardenal Jaime Ortega cuya postura lamentamos muchísimo y no reconocemos como beneficiosa para este pueblo.
El Arzobispado de la Habana se destacó por su hálito de concordato fatuo desde antes de la visita de Su Santidad Benedicto XVI. El Cardenal, que ganó un espacio protagónico en el país a expensas de la lucha disidente, no solo se ha olvidado de nosotros en su afán idílico con el gobierno, sino que en su paroxismo solicitó la acción represiva contra el grupo de trece personas que protestaban en la parroquia de Nuestra Señora de La Caridad de Centro Habana y autorizó la entrada de la policía política en este templo. Más preocupante aún es el hecho de que se está creando ciertos grupos de acción compulsiva en algunas iglesias para reprimir a los opositores al estilo de las gubernamentales de Respuesta Rápida, como ocurrió en Holguín dirigida en persona por el Obispo de aquella provincia.
Le recordamos a ambos prelados, que más allá de cualquier opinión de para lo que se debe o no utilizar los templos, acudir a la Iglesia para protestar contra regímenes tiránicos o refugiarse, no es nada nuevo, máxime cuando se trata de un acto pacífico. Sabemos que Cristo nos llamó a perdonar y que esto es deber en la obra de la Iglesia, pero ello en modo alguno implica olvidar los campos de concentración de la UMAP (donde estuvo el Cardenal), las prisiones inhumanas y aniquiladoras ni los miles que fueron fusilados dando vivas a Cristo Rey, para confabularse con los victimarios.
Aplaudimos la acción conocida del afrodescendiente que en la Plaza de Santiago de Cuba tomó un micrófono para gritar: “Abajo el Comunismo”, así como la menos conocida protagonizada en la Plaza José Martí de La Habana, por un ciudadano desconocido que gritó: “Papa no te vayas todavía, reza mucho para que se acabe el comunismo en Cuba” y el cual tuvo una suerte parecida a la del primero.
Por la Secretaría Ejecutiva.

Francisco Chaviano GonzálezPortavoz

Raúl Borges Álvarez Miembro

Julián Enrique Martínez Báez Miembro